Esta es la garrafa original, tal y como la encontramos. El plástico estaba roto, pero no nos importó porque esa parte de la botella no servía para el proyecto que teníamos en mente, así que lo desechamos (en el contenedor amarillo, por supuesto). Por cierto, aún no os hemos contado nuestro proyecto, un jardín embotellado!
Tuvimos que emplearnos a fondo en su limpieza interior. Por lo que parece, había estado demasiado tiempo guardada vacía y sin ningún tipo de tapón, por lo que su interior estaba muy sucio. Primero la limpiamos bien con agua y jabón para eliminar los restos de suciedad de su interior (polvo, barro, arena, etc.), pero no pudimos eliminar la suciedad incrustada, por lo que decidimos usar sal de lavavajillas para que arrastrara toda esa mugre "añeja" que tenia.
Mezclada con el agua, esta sal arrastrará los restos de suciedad pegada al interior de la botella mediante fricción, por lo que tuvimos que enjuagar la botella un par de veces para que quedara bien.
Una vez enjuagada la botella, la dejamos secar unos días para ver el resultado de la limpieza y descubrir los restos que no había podido quitar la sal. Como aún no estaba suficientemente limpia para lo que queríamos hacer con ella, tuvimos que fabricar una herramienta para dejarla al fin reluciente:
Qué os parece nuestro "esparpalo"? Cómodo a la par que eficaz...
Por fin teníamos la botella reluciente y ya podíamos pasar al siguiente paso. Tocaba introducir las piedras para el drenaje del agua de nuestras plantitas y la tierra o sustrato universal. Visto lo estrecho que era el cuello de la botella, tuvimos que volver a idear "herramientas":
Una vez llegado a este punto sólo nos faltaba un paso, introducir y "plantar" nuestras plantitas. Vista la dificultad de la operación y con cierta experiencia en la creación de herramientas personalizadas, en este paso no podían faltar nuestra pala y rastrillo artesanos.
Debido al color de la botella elegimos plantas de colores vivos y claros:
Y éste fue el proceso que seguimos para "plantarlas" dentro de nuestra botella. Primero las sacamos de la maceta y las separamos de la tierra sobrante:
Después, con la ayuda de la "pala", fuimos haciendo los agujeros en el sustrato para introducir las plantas una a una y con mucha paciencia:
Y tras un buen rato de minucioso trabajo, ya habíamos conseguido nuestro objetivo!!
Como veis le hemos puesto un tapón, aunque también se puede tener sin él. La única diferencia entre tenerlo o no es la frecuencia de riego. Con el tapón puesto se debe regar cada 6 meses aprox. y sin él cada 2 o 3 semanas.
Os gusta restorers?
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ResponderEliminarmuy interesante, me gusto
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