martes, 24 de febrero de 2015

Rafael Abad 400a ¿cómo restaurar unos pedales clásicos de paseo? (colección)

Hoy os traemos una de esas entradas didácticas a las que os teníamos acostumbrados antaño. Ultimamente nuestro trabajo no nos deja demasiado tiempo para hacer fotos de los procesos de restauración de todas las bicicletas que pasan por Restore-It! pero, en esta ocasión, pensamos que debíamos mostraros cómo restaurar una de las piezas más importantes de una bicicleta, los pedales.
Para ello aprovecharemos, también, para presentar nuestra nueva Rafael Abad infantil, para la cual hemos restaurado sus pequeños pedales:



Esta pequeña bicicleta fue fabricada por la marca Torrot allá por los años 70 (como la Fixie Ducati que vimos hace unos años), sólo que este modelo fue una de las tantas bicicletas que adquirió la empresa valenciana Rafael Abad, la tienda de bicicletas más antigua de España, para venderlas posteriormente con su nombre. 

Como podéis ver su estado no era tan malo, estaba completa y sin demasiadas sorpresas:



Doble patilla trasera, una para la rueda y la otra para los ruedines.


El trasportín llevaba unos llamativos refuerzos rojos:


El sillín estaba en perfecto estado.


Y los puños casi intactos.



Como viene siendo habitual para las bicicletas que llevan mucho tiempo sin usarse, lo primero que hicimos fue lubricar todos los tornillos para poder desmontarlos sin romper ninguno:


Como consejo os diremos que no cortéis la cadena, un poco de desincrustante en el eslabón que vayáis a desmontar y saldrá mucho mejor:


Poco a poco íbamos viendo un precioso color azulado:


Después de limpiar los guardabarros, descubrimos este curioso decorativo:





Y aquí tenemos los pedales... Como podéis observar el estado tanto de las gomas como del metal era muy malo. Las gomas estaban pasadas y el metal había perdido todo su brillo para dejar paso al óxido:


No sabíamos si estos pedales estaban fabricados para poder desmontarlos porque, a pesar de tener una tuerca al lado de la rosca del pedal, por más que girábamos no salía. Así que, tuvimos que tirar de nuestro ingenio restorer para sacar las gomas y poder restaurar los pedales.
Para ello, hicimos un corte en las varillas que sujetaban las gomas para, de esta forma, poder aguantarlas con un destornillador plano y desmontarlas.


Después de desmontar por completo y desechar las gomas, teníamos estas 4 piezas:


El siguiente paso fue sanear todo el óxido y hacer brillar el conjunto, como ya vimos en nuestro brico sobre pasar de óxido a espejo. Aquí se puede ver la primera pasada con pasta de pulir:



Y aquí podéis ver el resultado final:


Para finalizar las restauración de los pedales, barajamos varias opciones para sustituir las gomas. Hay gente que usa tacos de madera y los pinta; otra opción posible es romper otros pedales y cortar la goma a la medida pero, al final, decidimos utilizar unos tacos de goma nuevos. Creemos que era la solución que mejor resultado nos iba a dar.


Una vez limpio el cuerpo del pedal y sus componentes y seleccionado el material para sustituir las gomas originales, tuvimos que fabricar los soportes de las gomas nuevas. Para ello usamos una varilla roscada acorde con  los agujeros de las tapas del pedal, al ser unos pedales infantiles no era demasiado gruesa.


Y por supuesto, tuercas y arandelas para la varilla:


Cuando tuvimos todo el material listo, llego la hora de medir:


Tras cortar la varilla roscada, ésta perdió el inicio de la rosca por lo que tuvimos que hacerle una nueva rosca con un juego de terrajas. 




Una vez cortamos todos los soportes para las nuevas gomas, llegó la hora de montar y ajustar:



Una vez montados los montados los pedales, el resultado fue espectacular. Por si acaso, devastamos la varilla por el lado de la rosca del pedal para asegurarnos que nunca más girará la tuerca interior:


Después de pulir la pintura,  montar los pedales, pulir a espejo todas sus partes cromadas, sustituir neumáticos, cámaras, fundas, cables,  patines de freno y cadena, éste fue el espectacular resultado:



Los pedales han quedado perfectos, como salidos de fabrica:



La única pieza que tuvimos que repintar fue el transportin:


El sillín recuperó su brillo y elasticidad tras nutrirlo con un producto específico para skay:


Los puños quedaron nuevos después de mucho frotar:







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