Cuando apareció Nacho por nuestra tienda tenía muy claro lo que quería. Había estado siguiendo nuestros trabajos a través de las redes sociales y, como no podía ser de otra forma, quedó prendado de ellos.
Nos confió su preciada Olympia Carlo Borghi, una bicicleta de la época de los '80 con la que se había iniciado en el mundo del ciclismo.